La persona afectada asegura que acudió a llenar un garrafón con capacidad de 3.7 litros a dicho establecimiento, por lo que al llegar le indicó a la persona encargada de la bomba número 1 que quería lleno dicho recipiente.
Todo iba normal hasta que el operador se percató que ya iban más de 4 litros y medio de gasolina, deteniendo el flujo de dicho combustible a poco más de los 4.8 litros, fue cuando el afectado le cuestiona al encargado como era eso posible, si el garrafón contaba nada más con 3.7 litros de capacidad, a lo que el operador le responde “aunque usted no lo crea…”.
El usuario molesto le preguntó al vendedor que si la PROFECO no les ha llamado la atención, a lo que respondió: “No, ya saben, ellos miden en botes de 20 litros y no de 3… ni modo, hay que pagar”, por lo que el ciudadano tuvo que pagar los $59.35 pesos correspondientes a poco más de 4.8 litros de gasolina.
Indignado, el afectado nos aseguró que ya denunció también ante la PROFECO, quienes le informaron que enviarían a su personal a revisar dicha gasolinera.
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