La historia de PEPE: El futbolista más SUCIO que ha existido
Existen jugadores que se dedican a hacer el trabajo sucio de cada partido, pero cuando pensamos en Pepe sabemos que él siempre va a estar en otro nivel.
(De la Cuna Hasta el Cajón).- Dentro del mundo del fútbol, cuando escuchamos el nombre de Pepe, es imposible no asociarlo con brutales faltas y episodios polémicos que empañan lo maravilloso que es este deporte. Es normal que dentro de cada equipo existan jugadores que se dediquen a hacer el trabajo sucio de cada partido. Sí, cómo provocar, meter el pie y sacar de quicio a tu rival. Pero cuando pensamos en Pepe sabemos que él siempre va a estar en otro nivel. historia pepe futbolista sucio
No hay jugador que haya creado más polémicas que este bestial defensor, incluso no sólo con faltas a sus rivales, sino también con patadas hacia sus propios compañeros. Es inédito. Su salvaje manera de jugar, ha lesionado a jugadores de su propio equipo. Es normal que existan jugadores dispuestos a hacer el trabajo sucio para cada juego. Pero Pepe siempre se pasó de la raya y a lo largo de su carrera pareciese entender que a base de faltas se puede llegar a ganar un torneo. Sin lugar a dudas, un rebelde sin causa. A nivel defensivo es un muro indiscutible y es verdad, posee un sin igual talento. Pero qué pasa si eres un delantero y en un encuentro frente a frente lo superas? Bueno, pues prepárate, porque Pepe, si hay algo que odia es que un delantero lo humille con la pelota al punto que prefiere que le saquen roja y golpearte a quedarse siendo humillado por un delantero.
A lo largo de su trayectoria ha sido amado por muchos, pero odiado por muchísimos más todavía. A pesar de sus actitudes anti futbolísticas, ha demostrado también ser un gran ejemplo de constancia y superación. En el día de hoy cuenta con treinta y ocho años de edad. Si con 38 años eliminó al mismísimo Cristiano Ronaldo y a la Juventus en la presente Champions de este año increíble. Con casi 40 años de edad, llevó a su equipo el Porto los cuartos de final en esta Liga de Campeones. Por ello, nunca debemos despreciar los años de experiencia de una veterana figura ganador de dos Champions, una Eurocopa y múltiples títulos más, un partido en donde se encuentra jugando Pepe. Créeme que jamás será aburrido y a pesar de su hostil manera de jugar, se ha ganado el reconocimiento de muchas leyendas. Por ello, hoy, a continuación, conoceremos su historia.
Su verdadero nombre es Képler Laverán Lima Ferreira, nació un 26 de febrero de 1983 en Brasil. Sí, es brasileño de nacimiento, pero años después se nacionalizaría como portugués. Como lo dije, su nombre real es Képler y a pesar de que su padre le colocó este nombre, al poco tiempo después decidió apodarlo como Pepe. Y esto porque simplemente se le es más fácil de pronunciar. De niño, Pepe, como la mayoría de los futbolistas nacidos en Brasil, le tocaría vivir en una pobreza extrema en la que, en vez de disfrutar su infancia como un niño normal, le tocó trabajar echando redes y pescando para luego vender los peces y así ayudar a su familia.
Curiosamente, de niño Pepe no era problemático, como muchos pensaríamos. De hecho era algo tímido y hasta inocente, como cualquier niño de su edad. Su padre en muchas ocasiones lo alentaba a que fuera más valiente y que imponera su fuerza ante quienes quieran aprovecharse de él. Un claro ejemplo fue cuando un niño lo estafó vendiéndole una camiseta vieja y sucia del Real Madrid. Se la vendió a cambio de todos los peces que había pescado en ese día. El niño sabía que Pepe aceptaría porque siempre lo veía asomado en las ventanas de las casas, mirando la televisión, tratando de ver cómo jugaba su equipo favorito. Finalmente llegó a su casa con la camiseta vieja del Real Madrid.
Su padre lo castigaría porque la camiseta no costaba ni la mitad de todos los pescados que le dio al niño que quiso estafarlo. Este traspié se endureció los años por venir en la vida del pequeño Pepe. En su adolescencia desarrolló una rebeldía que no permitiría que alguien se burlarse de él nuevamente. Ya no quería trabajar echando las redes al mar. No, ahora quería trabajar en el deporte, donde el balón es el que entra en las redes. En ese momento no quería otra cosa más que jugar al fútbol, más que goleador. Quería medir fuerzas en la defensa. A pesar de no ser tan corpulento, sus violentas entradas ayudaban a que ningún delantero lo pasara. Tras tres años con el Club Marítimo, pasó por breve tiempo en el Club Sporting de Lisboa. Allí conoció a un tal Cristiano Ronaldo que soñaba con ser el más grande del mundo. Ambos venían de sufrir una precaria infancia. El hambre por triunfar que tenían en sus miradas se los llevaron a hacerse grandes amigos. Pasa el tiempo y ahora el FC Porto le abriría las puertas al temido Pepe. Allí ganó dos Ligas, dos Supercopas y una Copa de Portugal. Esto en tan solo tres años. Pepe era grande. Ya se estaba haciendo eco el mundo o por lo cual ahora el equipo que siempre admiró estaba interesado en comprarlo.
Si el Real Madrid ya no le haría falta a aquella camiseta sucia a cambio de unos pescados. Ahora tendría cientos y cientos de camisetas originales con su nombre impreso en ellas. España le esperaba. El Real Madrid le esperaba una liga hostil para un jugador hostil. El ahora nacionalizado portugués tenía una mente de toro cuando entraba al campo y bueno, eran los años dorados, también de Lionel Messi, cuando partía de tres a cuatro defensores hasta fulminar al portero con un gol. A Pepe esto no le atemorizaba. Supo en varias ocasiones cómo hacerle frente al semi dios argentino y dominar su área tanto físicamente como mentalmente. Infundiéndole el temor con gritos, agarrones y pisotones en algunos momentos. Para muchos es ilegal todo lo que mencioné, pero astutamente la bestia defensiva sabía cómo sobrepasarse sin que el árbitro lo viera. Su misión era que ningún delantero entrara a su área. Si no lo lograba de manera limpia, estaba dispuesto a hacerlo de la manera sucia. Ya Pepe no veía el fútbol como un deporte. Pepe veía el fútbol como si del juego dependiera su propia vida y más aún cuando se trata de hacer ganar al Real Madrid. La obsesión de su infancia para el año 2009. Pepe recibe la noticia que aquel Cristiano Ronaldo que conoció en el Sporting de Lisboa llegaría también al Real Madrid.
Le dijeron que ya no era aquel niño que había conocido en Portugal. No, se había convertido en un monstruo que venía de hacer historia con el Manchester United. Su misión ahora era ganarlo todo con el Real Madrid. Casi entre lágrimas lo recibió como a un hermano en el equipo, sabiendo así que, años dorados para el club blanco, estaban por venir si Cristiano formaba parte del equipo. Bueno, Pepe le dedicaría al Madrid los mejores años de su carrera del 2007 al 2017. Diez largos años de sonrisa, sudor y muchas lágrimas. También de muchas copas alcanzadas, pero al mismo tiempo de muchas tarjetas rojas ganadas. Fueron demasiado los capítulos polémicos en su carrera, pero hubo un momento en específico que manchó su carrera para siempre en un partido del Real Madrid ante el Getafe. Pepe generó una falta ante el mediocampista Casquero. La falta le significaría un penal y, por supuesto, una tarjeta roja. En ese momento, cuando Pepe sabía que le darían una roja, quiso que se la dieran con todo el gusto posible. Casi endemoniado, comenzó a patear al jugador enfermizamente y luego va y agarra la cabeza y se la estrella contra el césped. Luego le pisa el tobillo con el pie izquierdo, más que un jugador, Pepe parecía un animal en el terreno de juego. Después de esto, le dio un puñetazo también al uruguayo Juan Ángel Albín en la cara.
Pepe quería que su tarjeta roja le valiera la pena. Comenzó también a lanzarle groserías a los árbitros mientras lo forzaban a empujones a irse. Estaba ciego y solamente quería pelear. Ya el hecho era grotesco. Nadie, ni siquiera sus propios compañeros, podían estar de acuerdo con lo que había sucedido. Fue el episodio más negro que se haya podido ver en toda su carrera. Más tarde, Pepe, cuando volvió en sí, le dijeron que estaría suspendido diez partidos. Pepe no tenía el valor de mirar a nadie a la cara. Él se decía a sí mismo que era un animal que no merecía jugar más en este hermoso deporte. Estaba frustrado, pero sus compañeros Casillas y Ramos insistieron que siguiera jugando, que estas cosas pasan. El fútbol para los jugadores a veces suele convertirse en una misma guerra. Más tarde pidió disculpas, pero no nada que ver. De igual forma seguía cometiendo las mismas faltas. Esto estaba en su ADN. Con el Real Madrid, fue el defensor vital para que el equipo ganase tres ligas españolas, dos Copas del Rey, dos Supercopa de España, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes. Y también nada más y nada menos que dos Champions y dos Ligas de Campeones brillando al lado de su mayor hermano en este deporte: Cristiano Ronaldo.
Junto a él, alzaría también la más valiosa de las copas para los portugueses en estos últimos años. Sí la Eurocopa del 2016, hecho que eternizó su carrera dándole la gloria a la selección de su patria, convirtiéndose incluso en el mejor jugador de la final. En aquella Eurocopa del 2016, de esta forma finalizaría sus mejores años activo. Posterior a esto, tras diez años con el Real Madrid, se iría ahora a probar suerte en el fútbol de Turquía. Luego regresaría a la que fue su primera gran casa. Sí, el FC Porto, donde aún su historia se sigue escribiendo.
Con 38 años de edad, muchos daban por casi muerta a su carrera. Pero Pepe es un toro viejo, difícil de domar. Su defensa sigue intacta al punto de eliminar a la poderosa Juventus de su eterno amigo Cristiano Ronaldo, brindándole al Porto su pase a los cuartos de final. Sin lugar a dudas, un hostil veterano que se niega a dejar el campo de juego. Esta ha sido la historia de un joven que a través de la rudeza y crueldad, se abrió las puertas al estrellato mundial en este deporte, puede ser amado por unos, pero odiado por muchos. Pero es innegable su destreza inquebrantable al momento de defender. Esta ha sido la historia de Képler Laverán Lima Ferreira, mejor conocido como Pepe.