Carlos decidió no hablar un día antes del encuentro frente a la ‘Oranje’ y se lo reservó para hacerlo dentro del campo. El de la Real Sociedad, apenas en el segundo balón que tocó en el partido, dio una pequeña muestra de la calidad que tiene sus botines. Recibió un balón de Héctor Herrera, levantó la mirada y disparó de afuera del área para vencer a Krul. Sonrisa inmediata, festejo un tanto pasivo de su parte y no así de sus compañeros que llegaron a abrazarlo con euforia. El reencuentro fue total, lleno de felicidad.
Ese momento valió para que el Tri se llenara de confianza, sobre todo, en los primeros 25 minutos del partido. Todo funcionaba con exactitud. Desde la defensa hasta el ataque, con Vela convertido en un demonio difícil de descifrar por los holandeses. Hasta ese momento todo fue alegría e ilusión. México simplemente estaba muy cómodo en la cancha.
Pero eso no iba a durar todo el tiempo. Holanda despertó después de todo y cómo no iba hacerlo de la mano de Arjen Robben. El jugador del Bayern Munich, verdugo del Tri en el Mundial, de nueva cuenta fue el gran desequilibrante de los suyos. Siempre por la banda izquierda, desbordó, centró, disparó y hasta acarició el gol, de no ser por una barrida precisa de Aldrete que le ahogó el grito justo en la línea de gol.
Esa insistencia holandesa se trasladó hasta el segundo tiempo, de tal manera que Wesley Sneijder dio con las redes con un disparo a distancia, imposible para Ochoa. Algunos fantasmas del Mundial llegaron a la mente del Tri.
Fue en ese instante cuando Miguel Herrera lo detectó y mandó a Jesús Manuel Corona al campo. Corona requirió de unos segundos para asistir a Vela, quien encaró a Krul y lo venció con un remate cruzado. Dos acciones le bastaron para marcar diferencias. Dos goles y un regreso de ensueño.
El momento a Javier Hernández también le llegó y apenas unos minutos después del segundo tanto, Chicharito encaró y eludió a Krul para marcar el tercer y lapidario gol del combinado mexicano. Fue su pase de salida junto a Vela para darle oportunidad a Giovani y Raúl Jiménez a los 76 minutos.
Holanda, con la presión de estar en casa y buscar remontar sí o sí, se lanzó de nueva cuenta al ataque, volvió a descontar en el marcador, ahora mediante Daley Blind y siempre rozó el empate, evitado hasta el final por Ochoa y sus guerreros en defensa, que así como dejaban resquicios en la zaga, sacaron del área cuanto balón les llegaba hasta el final del encuentro, en el que al escuchar el silbatazo final, simplemente hubo brazos en lo alto y sonrisas en los rostros. No fue en el Mundial, pero la victoria del Tri finalmente se dio ante la ‘Naranja Mecánica’.
