[CHIHUAHUA, MÉXICO] — El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres AC celebró la condena dictada por el juez contra el Pastor de la secta «Sendero de la Luz» de Delicias, José Manuel Herrera Lerma, acusado de pederastia y abuso sexual de dos hermanas menores de edad durante más de ocho años. La abogada Erika Mendoza señaló que, después de más de tres años de lucha desde que las jóvenes se atrevieran a denunciar, esperan que la condena final no sea inferior a los 20 años. Además, alertó de que 13 mujeres más pudieron sufrir las mismas vejaciones.
Desde el Cedehm destacaron que el fanatismo religioso se convirtió para el Pastor condenado en una herramienta delictiva para violar a las víctimas de manera consuetudinaria y perversa. Se trata ésta de la primer condena contra una autoridad religiosa a nivel nacional en el sistema penal acusatorio, que mañana tendrá un nuevo capítulo con el juicio de individualización de delitos a partir de las diez de la mañana en El Cerezo.
En una rueda de prensa, las responsables del centro que llevó el proceso aseguraron que las víctimas, como otras tantas mujeres y niñas, fueron instruídas en la sumisión, la obediencia y castigo, elementos que presentaron como prueba y motivo por el cual las jóvenes no podían evitar las violaciones.
En este sentido, aseguraron que las jóvenes, a las que hacieron referencia con las iniciales S y E, empezaron a ser «violadas sistemáticamente» después de su primera menstruación y con una periodicidad aproximada de tres veces por semana, lo cual arroja casi un centenar de abusos anuales.
Desde el Cedehm manifestaron que el Ministerio Público presentó la acusación formal por considerar que se acreditaba el delito de violación, agravado por el uso de la violencia moral y el vínculo de confianza, a las cuales el Centro de Derechos Humanos de la Mujer añadió el uso de la manipulación religiosa ligada al fanatismo como causas que impedían a las jóvenes resistir la violencia.
Asimismo, dieron a conocer las pruebas aportadas por el Cedehm al proceso, entre ellas, la primera prericial socio antropológica llevado a un juicio oral, con el objeto de evidenciar la extrema violencia dde género que sufrieron las denunciantes con un contexto religioso cultural rígido, con técnicas de treatralidad, amenazas, supuestas sanciones y el uso de lenguas desconocidas por las jóvenes para impresionar.